Con una playera blanca en la que resalta la imagen de Marcos y Alejandro, sus dos hijos desaparecidos, con datos para poder contactarla, “uno inocente y el otro, culpable, pero los busco con la misma fuerza en los últimos diez años”.

Convocada por la presidenta de la Cámara de Diputados, Kenia López, Cecilia Flores Armenta, del colectivo, Madres buscadoras de Sonora impartió una conferencia magistral en el recinto legislativo de San Lázaro.

En su intervención en el Salón Verde pidió apoyo a su labor, tras compararla con la de Carlos Manzo, alcalde asesinado de Uruapan, Michoacán el pasado 1 de noviembre.

“Creo que no deberíamos esperar a que nos mataran, para ser solidarios; yo no quiero que vayan a marchas después de que me maten, ni tampoco mi nombre a algunas calles, ni monumentos”, enfatizó.

Flores subrayó que “ahorita que estamos vivos, necesito del apoyo de toda la ciudadanía para buscar a mis desparecidos”.

“Sé que a lo mejor muchos no van a querer salir a campo, con la herramienta que nosotros manejamos, picos, palas, a estar en el sol bajo 50 grados de temperatura”, admitió.

La activista descartó que personas ajenas a la desaparición de un familiar, “no van a querer caminar 50 kilómetros para arrastrar un cuerpo, porque muchos dicen, ya sólo son huesos, para qué los queremos”.

“Pero como dijo Gustavo Hernández, mi compañero de lucha, ‘aunque sea un huesito’, eso es lo que queremos encontrar, para saber qué es lo que pasó con nuestros hijos”, apuntó.

Flores comentó las personas “acuden a muchas marchas, pero cuando es de desaparecidos, no van más de unas 50 personas a apoyar a los familiares de las víctimas”.

“Van a muchos eventos sociales, pero cuando hay un evento para los huérfanos , nadie acude, entonces en mi caso, o cuido a mis nietos o busco a mis hijos”, mencionó.

En su búsqueda por Sinaloa, Sonora y otros estados comentó que “ya encontré hasta los que mataron a mis hijos y no, a los míos, de ninguna manera hubiera querido que eso pasara; he ayudado a sus familiares, a quedarse para hacer diligencias”.

“Sí, me peleo con Dios por tener esta carga tan grande de tener que devolver a su casa a los que mataron a mis hijos, antes que devolver a los míos”, abundó.

“Donde me digan que me ocupan para buscar desaparecidos, ahí voy a estar”, dijo sobre estos trabajos por los que ha enfrentado amenazas, burocracias y tres atentados.

Sobre las amenazas e intentos de agresión comentó que las autoridades sugieren que ‘deje de buscar para que cese la violencia en su contra’, porque “las madres buscadoras tenemos distintas denuncias en nuestra contra”.

“Dios me ha permitido tener las palabras adecuadas cuando los delincuentes me han llegado a poner una pistola en la cabeza y sensibilizarlos hasta derramar una lágrima”, resaltó.

Flores aseguró que “ha sido revictimizada por las mismas madres buscadoras de México, cuando me deberían de decir ‘gracias a ti, porque lo que encontraste puede ser mi familiar, pero si el gobierno te paga, te callan’ y eso jamás”.

“Si dejamos que esto siga pasando, no va a faltar mucho para que llegue el día en que en todas nuestras casas, haya un desaparecido” , subrayó.

Ceci Flores consideró que hay sectores de la sociedad que cuestionan y ponen en entredicho su labor, “nos critican más que las autoridades, pero de verdad, no esperen a estar en este lugar para entender la magnitud del problema”.

“Es cuando vamos a querer levantar la voz, pero mientras vivamos con la impunidad, esto va a seguir”, advirtió.