
Desde que Claudia Sheinbaum asumió la presidencia de México hace un año, dos sacerdotes han sido asesinados en el país, de acuerdo con datos de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
El caso más reciente es el del padre Bertoldo Pantaleón, párroco de la comunidad de Mezcala, en Guerrero, cuyo cuerpo fue localizado este lunes a un costado de la carretera federal México–Acapulco, en el municipio de Eduardo Neri. El sacerdote había sido reportado como desaparecido desde el 4 de octubre. La Fiscalía General del Estado abrió una carpeta de investigación por el delito de homicidio calificado.
Con este crimen, suman dos sacerdotes asesinados en el actual gobierno federal y 12 desde que Morena asumió el poder en 2018.
El primer asesinato de un líder religioso en la administración de Sheinbaum fue el del padre Marcelo Pérez, ocurrido el 20 de octubre de 2024 en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, cuando fue atacado a balazos al salir de la iglesia de Cuxtitali tras celebrar misa.
El Informe 2024 del Episcopado Mexicano reportó que entre diciembre de 2018 y septiembre de 2024 se registraron 10 sacerdotes asesinados; otros 10 religiosos agredidos; 26 templos atacados, profanados o asaltados cada semana; además de dos sacerdotes desaparecidos desde hace más de una década y cerca de 900 casos de extorsiones y amenazas de muerte contra miembros de la Iglesia católica.
La labor pastoral en regiones con fuerte presencia del crimen organizado, especialmente en estados como Guerrero y Chiapas, se considera de alto riesgo, ya que muchos sacerdotes se involucran en la defensa de las comunidades ante los abusos de los grupos delictivos.
En Guerrero, operan diversas organizaciones criminales que se disputan el control territorial y económico, entre ellas el Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), La Familia Michoacana, Los Tlacos, Los Ardillos, el Cártel Independiente de Acapulco (CIDA), Los Tequileros, Los Rojos, Los Carrillo, Los Rusos y los Cárteles Unidos. En la región de La Montaña, estas disputas también alcanzan los recursos municipales y a las corporaciones de seguridad.
El clima de violencia contra religiosos no es nuevo. En junio de 2022, los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, junto con el guía de turistas Pedro Palma, fueron asesinados dentro de la parroquia de Cerocahui, en la Sierra Tarahumara, Chihuahua, un caso que conmocionó al país y al Vaticano.