
Los cinco espacios del recién creado Tribunal de Disciplina Judicial (TDJ), que sustituirá al Consejo de la Judicatura Federal a partir de septiembre, serán ocupados por perfiles vinculados a Morena y al gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Entre los seleccionados se encuentran Celia Maya, Verónica de Gyvez, Rufino León Tovar, Bernardo Bátiz e Indira Isabel García, quienes obtuvieron los mayores votos en la elección reciente. La candidata más votada fue Celia Maya, con más de cinco millones de sufragios, seguida por De Gyvez y Bátiz, ambos identificados con una trayectoria cercana al lopezobradorismo.
Los nombramientos fueron promovidos desde sectores oficialistas, y sus nombres aparecieron en los llamados “acordeones” distribuidos para orientar el voto ciudadano, una estrategia similar a la utilizada en la elección de los nuevos ministros de la Suprema Corte.
El TDJ tendrá como función investigar y sancionar a jueces, magistrados e incluso ministros por presuntos actos de corrupción o faltas administrativas, conforme al artículo 97 constitucional. Aunque la reforma fue presentada como un paso hacia la rendición de cuentas y la depuración del Poder Judicial, la afinidad política de los nuevos integrantes ha generado críticas sobre la posible falta de autonomía del órgano disciplinario.
Organizaciones civiles y especialistas en justicia han señalado que el control político sobre el nuevo tribunal podría debilitar la independencia judicial en el país, un tema que ha cobrado relevancia en el actual proceso de transformación institucional.