Diputados del PRI, Morena y Partido del Trabajo dejaron de lado la discusión del dictamen del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2026 para reeditar los insultos de la sesión del día anterior que estuvo a punto de llegar a lo físico.
El motivo, las frases altisonantes en la tribuna, además de las descalificaciones que también aumentaron en las pancartas de ambos lados, hasta provocar un receso, en el que siguió la guerra de las pancartas.
La sesión comenzó a naufragar luego de que el diputado del PAN, José Manuel Hinojosa, pidió la palabra por alusiones personales, luego de una intervención en tribuna de legisladoras del Partido del Trabajo.
La presidenta en funciones, Paulina Rubio, concedió la palabra, por lo que los petistas que acababan de bajar de la tribuna exigieron que a la panista se le quitara de la presidencia, «por imparcial».
La diputada Rubio exigió respeto.
En otro momento, la neovicecoordinadora de Morena, Dolores Padierna, exigió a la diputada Rubio que se quitara como presidenta en funciones “por facciosa”, e incluso, el vicecoordinador de Morena, Sergio Gutiérrez Luna, sugirió a la panista ser relevada por Bolaños-Cacho, lo que derivó en un diálogo que interrumpió a la oradora en turno.
Más tarde, Ariana del Rocío Rejón, del PRI, subió a la tribuna señalando que no hay dinero para medicinas, “pero sí para las casas de 100 millones del niñero del bienestar y el vocero del narco”.
“Sí, hay dinero para Dos Bocas, para el Tren Maya, para el AIFA, para el narcojunior de Andy López y sus amigos, para que se sigan robando el dinero de las y los mexicanos”, afirmó a gritos la diputada Rejón.
La priista aseguró que “México se ha convertido en una prisión a cielo abierto, la gente vive con miedo, los caprichos de este gobierno están matando a México, están derramando sangre”.
“Las voces que piden justicia les cuesta la vida y ellos sólo se ríen”, soltó cuando ya tenía enfrente un enorme cartel contra el líder tricolor y senador, Alejandro Moreno, que cargaba el diputado vocero de Morena, Arturo Ávila y otros legisladores de Morena.
Como el martes pasado, Ávila ignoró nuevamente el acuerdo de los coordinadores y con un enorme anuncio con descalificaciones al líder tricolor Alejandro Moreno volvió a intentar tapar a los oradores.
Priistas y morenistas comenzaron el intercambio de insultos, en tanto varios tricolores encabezados por Carlos Mancilla trataban de quitar la pancarta de Ávila en medio de empujones que no llegaron al intercambio de golpes.
Mancilla retó a golpes a Ávila, sin dejar de gritarle “¡asesino y cobarde!”, mientras la oradora soltó: “Nada más te vi y se fue. El miedo no anda en burro en alusión” al diputado vocero de Morena para cerrar con un “México está ‘harto’ de ustedes”.
En tanto, Monreal y el diputado del PVEM, Raúl Bolaños-Cacho, se metieron entre los fallidos aspirantes a protagonizar una función masiva de box para desactivar el momento de tensión.
Primero, entre los diputados rijosos y posteriormente, el líder de Morena se dirigió a su curul para pedir la palabra y proponer “que no tengamos imágenes de nadie, que respetemos a los dirigentes de todos los grupos parlamentarios, de todos los partidos políticos, y que los diputados intentemos no aludir a diputados miembros del Congreso para evitar las alusiones”.
“Y que la presidencia tenga autorización para no conceder la alusión y evitar este tipo de desencuentros, aunque sea reglamentariamente un derecho, pero tratar de no aludir, de no insultarnos entre nosotros y permitir que el debate fluya”, expresó Monreal cuando se habían desechado apenas 100 de 280 reservas.
En tanto que el vicecoordinador de Morena, Sergio Gutiérrez Luna, se acercó a Bolaños-Cacho para dialogar con los coordinadores del PT, Reginaldo Sandoval, y del PAN, José Elías Lixa para concretar un nuevo acuerdo.
Cuando Monreal hablaba desde su curul, un enfurecido Rubén Moreira entró al pleno, el motivo: recibió un mensaje de Arturo Ávila en su WhatsApp sobre lo que el líder del PRI ventiló en la sesión, lo que crispó nuevamente los ánimos.
“Lanza amenazas, como lo hace con periodistas y coordinadores, es un provocador y lo deja por escrito”, aseguró Moreira, por lo que Ávila gritó desde las curules morenistas: “¡Falso!”.
El priista Carlos Mancilla respondió a Ávila: “¡asesino es lo que eres, eres un asesino!”.
Ante la posibilidad de un nuevo conato, Lixa y el coordinador del PVEM, Carlos Puente, coincidieron en proponer un receso, por lo que los coordinadores se reunieron tras banderas, es decir, atrás del pleno para consensuar un nuevo acuerdo.
En tanto, desde los palcos del recinto legislativo de San Lázaro, las priistas Xitlalic Ceja, Ariana Rejón, Ivonne Ruiz y Carlos G Mancilla desplegaron una manta gigantesca con una imagen de Arturo Ávila y la presidenta nacional de Morena que decía: “mientras esta pareja de corruptos y cínicos pasea en la playa, asesinan a los mexicanos”.
Algunos morenistas se reagruparon junto con diputados del PT y también del PVEM nuevamente para comenzar a jalar la manta de los diputados, del PRI, quienes resistieron el jaloneo varios minutos.
Luego del forcejeo, legisladores de la 4T acusaron al priista, Juan Moreno de Haro, de haber empujado con violencia a la pevemista, Ruth Maricela Silva Andraca.
Finalmente, se reanudó la sesión con siete acuerdos, en los términos propuestos por Monreal Ávila, para lograr una frágil tregua que evite que sean recordados por futuras generaciones de haber debatido con insultos y diatribas.