
El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó este miércoles su primera ley desde que regresó al poder, una medida que permite a las autoridades migratorias detener a migrantes por robos y otros delitos menores antes de que hayan sido condenados.
Trump firmó la ley, la primera desde el inicio de su segundo mandato el 20 de enero, en la Sala Este de la Casa Blanca, ante un centenar de invitados, entre ellos familiares de Laken Riley, una joven asesinada por un migrante indocumentado cuya muerte inspiró la legislación.
«Estados Unidos nunca olvidará a Laken Riley», afirmó Trump, quien aseguró que el migrante que la asesinó, procedente de Venezuela, debería haber sido deportado.
«En lugar de ser expulsado, como debería haber ocurrido, fue liberado en Estados Unidos al igual que millones de otras personas, muchas de ellas muy peligrosas, pero ya ven lo que estamos haciendo: los estamos sacando de aquí», subrayó.
Durante su discurso, Trump relató la historia de Laken Riley, cuyo nombre lleva la ley.