El Congreso de Estados Unidos no mostró progreso el lunes en los proyectos de ley de gastos, lo que aumenta el riesgo de un cierre parcial del gobierno en tan solo cuatro días. Esta situación ha generado una semana de incertidumbre política en torno al financiamiento y la asistencia a los aliados del país.

Los líderes demócratas y republicanos en el Congreso tienen previsto reunirse el martes con el presidente Joe Biden en la Casa Blanca, quien ha estado presionando durante meses para otorgar nueva ayuda a Ucrania e Israel, mientras insta a los legisladores a evitar un cierre.

El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, descartó el riesgo de cierre gubernamental tras una reunión con el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer. Sin embargo, Schumer afirmó que los demócratas están haciendo todo lo posible para evitar dicho cierre.

El estancamiento se debe, en parte, a la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, donde un grupo de conservadores extremistas ha bloqueado repetidamente la legislación. Además, se están debatiendo temas como la ayuda a Ucrania, Israel y Taiwán, así como una investigación de impugnación que involucra al hijo del presidente, Hunter Biden.

El Senado, por su parte, espera recibir pruebas de acusación contra Alejandro Mayorkas, máximo responsable de fronteras de Biden, aprobadas por los republicanos de la Cámara de Representantes.

Este estancamiento refleja el espíritu beligerante del Congreso durante el último año, exacerbado por el conflicto interno dentro del partido republicano y la confusión en las prioridades legislativas. Expertos advierten que la prolongación de esta situación podría retrasar legislaciones sensibles y prioritarias.

El conflicto ha trascendido las disputas partidistas tradicionales, con los partidarios extremistas formando su propio frente de oposición dentro de las filas republicanas.