Defensores del derecho al voto, encabezados por la NAACP y el Lawyers Committee for Civil Rights Under Law, interpusieron una demanda contra el nuevo mapa electoral aprobado por los republicanos en Texas, al considerar que reduce la influencia de los votantes negros rumbo a las elecciones legislativas de 2026.

La organización acusó a la legislatura texana de manipular distritos con criterios raciales, al otorgar a los blancos que representan el 40% de la población más del 73% de los escaños. Además, señalaron que el estado ha sido señalado por discriminación en cada ciclo de redistribución de distritos desde que se adoptó la Ley de Derechos Electorales.

El gobernador Greg Abbott defendió el plan y afirmó que sobrevivirá a los retos judiciales, mientras que la NAACP advirtió que la medida busca beneficiar al Partido Republicano y a Donald Trump, quien impulsó la creación de cinco nuevos distritos favorables a su partido.