El presidente Andrés Manuel López Obrador convocó a todos los gobernadores constitucionales y los mandatarios electos del país, así como a los dirigentes de Morena y políticos cercanos, a una reunión con la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum.

El encuentro se realizó en el Hotel Hilton, ubicado frente a la Alameda del Centro Histórico de la Ciudad de México. Duró poco más de media hora y trascendió que el presidente López Obrador les pidió “apoyar a Claudia Sheinbaum”.

Lo que se dijo, mencionó o abordó en esa reunión con el presidente fue parte de un “pacto de silencio”, de acuerdo con Ricardo Monreal, en alusión a un compromiso de discreción.

Nadie quería hablar sobre lo que les transmitió el presidente, y mucho menos de lo que les comentó la virtual mandataria electa.

A su salida, Marcelo Ebrard, próximo titular de la Secretaría de Economía, al preguntarle sobre el mensaje del presidente, a manera de respuesta, y sin decir más, colocó su dedo en la boca en señal de que debía guardar silencio.

“Hoy no puedo comentarles, porque hicimos un compromiso de discreción. Ustedes son muy vivos, muy inteligentes. Nadie sabía. Eso sí es increíble”, comentó mientras esperaba su automóvil.

Una decena de reporteros se distribuyeron por todas las salidas del hotel buscando alguna declaración que explicara a que se debía la reunión, pero nadie hablaba, sólo algunos dijeron que comentaron sobre la unidad.

Delfina Gómez, gobernadora del Estado de México, sólo habló un poco de lo que les dijo el presidente: “Que sigamos trabajando”.

Tras lo que se le preguntó qué les dijo Claudia Sheinbaum, pero ya no contestó.

“No, fue nada más que tenemos que echarle ganas, trabajar y que tenemos un compromiso con el pueblo y eso es lo que nos interesa”, afirmó mientras caminaba rumbo a su automóvil.

Américo Villarreal, gobernador de Tamaulipas, aseguró que cenaron “nomás entre nosotros”.

“No, pues una reunión de cordialidad, de analizar el avance que tiene el proyecto de nación y que vamos muy bien en construir este humanismo mexicano que está teniendo presencia en toda nuestra trayectoria y una cena cordial, nada más de amistad”, indicó.

Uno a uno fueron saliendo los gobernadores, huyendo de las preguntas y explicaciones.

Citlalli Hernández, secretaria de Morena, al salir del elevador tomó su teléfono e hizo el movimiento de que hacía una llamada, aunque ella no decía palabra alguna, dijo: “Perdónenme que estoy en una llamada… pero fue una gran reunión”.