
La Sala Especial del Supremo Tribunal de Brasil determinó este miércoles que el exfutbolista Robson de Souza, mejor conocido como Robinho, debe cumplir en el país la pena de nueve años de prisión a la que fue condenado en 2017 en Italia por una violación grupal cometida en una discoteca de Milán en contra de una joven albanesa en 2013.
La instancia consideró que el fallo en Italia cumplía con los requisitos legales para ser avalada en Brasil, y la Ley de Migraciones brasileña posibilita que el condenado cumpla la pena en territorio nacional.
Por mayoría, los ministros determinaron que la justicia federal de Santos la ciudad de Sao Paulo donde vive el exjugador comience de inmediato el cumplimiento de la sentencia aprobada, informó el tribunal en un comunicado.
El exfutbolista aún puede recurrir al Supremo Tribunal Federal (STF) mediante un habeas corpus o un recurso extraordinario, informó el medio estatal Agencia Brasil.
El juez Francisco Falcão, relator del caso y el primero en votar, señaló que «no hay ningún obstáculo constitucional o legal para ratificar la transferencia de la pena solicitada por la justicia italiana», según Agencia Brasil. Y explicó que como la Constitución de Brasil no permite la extradición de sus ciudadanos por nacimiento la única opción es transferir la pena. «»Cuando la extradición no es posible, es necesario transferir la ejecución de la pena, precisamente para que no haya impunidad debido a la nacionalidad del individuo», dijo.
En noviembre de 2017, Robinho fue condenado a nueve años de prisión y al pago de una indemnización de 60.000 euros (equivalente a más de US$ 72.600), además de gastos legales, por la violación grupal ocurrida en 2013. En diciembre de 2020, la justicia de Milán confirmó la sentencia contra el exfutbolista.
Robinho, quien se ha declarado inocente, presentó apelación contra la decisión; sin embargo, en enero de 2022, la Corte Suprema de Italia volvió a confirmar la condena de nueve años por la violación grupal.