
Un éxodo continuo afecta a Chiapas, donde al menos 80 personas han huido de las comunidades de Jolentón, Galicia y 20 de Noviembre en Chicomuselo, como respuesta a la incursión de fuerzas de seguridad y hombres armados, entre ellos el grupo «Maíz», vinculado al Cartel de Sinaloa. Las familias, aproximadamente 26 en total, han abandonado sus hogares para resguardar sus vidas y proteger a sus hijos del reclutamiento por parte del crimen organizado.
En este contexto, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba) informó que, en lo que va de enero, se han documentado al menos dos mil 300 personas en situación de desplazamiento en Chiapas debido a la presencia de grupos criminales. La directora del Frayba, Dora Roblero, destacó la complejidad de los casos y sugirió que el número real de desplazados podría ser mayor.
Chicomuselo ha experimentado un recrudecimiento de la violencia desde principios de 2024, siendo el epicentro de conflictos. La intervención militar en Nueva América el 18 de enero generó tensiones, y desde entonces, diversas comunidades han sido afectadas, resultando en un éxodo masivo.
Chejel, uno de los ejidos más golpeados, ha visto disminuir significativamente su población, según activistas que documentan el desplazamiento. Aunque el gobierno estatal informa sobre la atención a personas vulnerables en albergues temporales, no reconoce oficialmente que son víctimas de desplazamiento por la violencia. Hasta ahora, la violencia persiste, y la situación en Chiapas sigue siendo motivo de preocupación.