El Partido Revolucionario Institucional (PRI) propuso este domingo detener de manera inmediata todas las obras en proceso y en funcionamiento donde haya tenido participación Amílcar Olán, Pedro Salazar Beltrán y los hijos del expresidente Andrés Manuel López Obrador.
En una publicación en redes sociales, Alejandro Moreno, coordinador nacional del partido, pidió someter los proyectos a una revisión hasta garantizar que no representan un riesgo para la población, luego del descarrilamiento del Tren Interoceánico que dejó 13 muertos y 98 heridos.
“Por esta razón, y con la urgencia de preservar vidas y evitar más tragedias, el PRI Nacional propone poner en pausa todas las obras para someterlas a una auditoría técnica independiente, profesional, profunda y minuciosa”, dijo en una publicación en X.
En la misma publicación, el priista compartió un fragmento de los audios revelados en 2024 por Latinus donde se describe la intervención de Gonzalo «Bobby» López Beltrán del hijo del expresidente en una red de negocios y tráfico de influencias vinculada a proyectos ferroviarios, entre ellos los trabajos de rehabilitación de vías.
La vigilancia de la construcción del Tren Interoceánico, cuyo descarrilamiento este domingo en Oaxaca dejó, hasta el momento, 13 muertos fue supervisada por Gonzalo “Bobby” López, designado por su padre, el expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Durante su conferencia de prensa matutina del 5 de julio del 2024, el exmandatario dio a conocer que su hijo estaba involucrado en los trabajos de construcción del proyecto del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
Latinus reveló que «El Clan» utilizó una estrategia de negocios similar a la aplicada en el Tren Maya. Amílcar detalla en sus conversaciones que se involucró en la rehabilitación de vías, en la explotación de bancos de materiales y en la venta de balasto, la piedra triturada que se coloca bajo las vías del tren.
En agosto de este año se registró otro descarrilamiento en Izamal, en el tramo del Tren Maya. En ese tramo es el que estuvo vinculado a negocios con balasto defectuoso de los allegados de Andy López Beltrán.
La obra fue ejecutada por Grupo Indi, constructor predilecto de los gobiernos de Claudia Sheinbaum y Andrés Manuel López Obrador.
El primer descarrilamiento de 2025 fue en 25 de marzo, cuando un convoy sufrió otro percance en la ruta Mérida–Cancún y se detuvo a la altura de Tixkokob, una estación antes de Izamal, aproximadamente a 25 minutos una de otra, corresponde al Tramo 3.
Latinus dio a conocer una serie de reportajes en los que se evidencia que en ese tramo participó “El Clan”, red de tráfico de influencias y negocios que ha ganado millones por mediación de Andy y Gonzalo «Bobby» López Beltrán, hijos del expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien entregó miles de metros cúbicos de balasto en el Tren Maya sin certificaciones de calidad.
En investigaciones reveladas por este medio, «El Clan» sobornó al laboratorio encargado de hacer las pruebas al balasto, que es la piedra sobre la que se colocan las vías del tren y de la cual Amílcar Olán, contratista de gobiernos de Morena e íntimo amigo de los hijos del presidente, ha vendido al Tren Maya.
Este medio de comunicación tuvo acceso a las conversaciones entre Amílcar y Pedro Salazar Beltrán, primo de Andy y Gonzalo «Bobby» López Beltrán, en las que se revelan cómo y cuánto dinero entregaron para que la piedra no fuera sometida a pruebas físicas y químicas.
“Ya cuando se descarrile el tren (Maya), ya va a ser otro pedo”, dice Pedro Salazar tras burlarse del entramado de corrupción y sobre la calidad del balasto.