El Ejército ucraniano confirmó que en los últimos dos meses ha atacado 85 objetivos en territorio ruso, incluidos 33 de carácter militar y 52 relacionados con la industria de armamento y combustible. El jefe de las Fuerzas Armadas, Oleksander Syrskyi, aseguró que estas operaciones con drones de largo alcance están reduciendo la capacidad logística de Moscú al provocar un déficit de combustible refinado, lo que estaría afectando los suministros para las tropas rusas. Entre los blancos recientes figura una base en la región de Krasnodar.

Syrskyi añadió que Ucrania mantiene entre 15 y 20 ofensivas tácticas diarias en diferentes puntos de la línea de frente, lo que ha permitido recuperar cerca de 160 km² en Donetsk, aunque reconoció que Rusia también ha avanzado con la conquista de 460 km² en agosto y la ampliación de la línea de contacto a más de 1,250 kilómetros. En paralelo, Dinamarca reportó incidentes vinculados a drones y movimientos sospechosos de buques, que su primera ministra atribuyó a una “guerra híbrida” relacionada con el conflicto.