
La institución financiera CIBanco presentó recientemente una demanda en la Corte de Columbia en contra del Departamento del Tesoro después de las sanciones por lavado de dinero.
El banco señala que le tomó por sorpresa la orden que lo separa del sistema financiero de Estados Unidos y afirma que esta medida se emprendió sin una notificación previa ni un proceso adecuado.
Ante esto, pide que se declare ilegal e inconstitucional la orden que frena sus operaciones con dólares porque destaca que cesar sus transacciones internacionales les obligará a reducir su plantilla laboral y serán despedidos 3 mil de sus empleados.
“CIBanco se enfrenta a una desaparición inminente. Entre sus múltiples efectos catastróficos, esta orden corre el riesgo de dejar inutilizados más de 40 mil millones de dólares en fondos legítimos administrados por CIBanco”, se lee en el documento.
En el recurso, el banco insiste en que la Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN, en inglés) no actuó conforme al debido proceso porque no se le dio una oportunidad para defenderse de los señalamientos.
Además, asegura que este organismo del Departamento del Tesoro se ha negado a presentar pruebas sobre sus señalamientos.
“En resumen, la FinCEN ha impuesto la ‘pena de muerte’ al banco, actuando como fiscal, juez y jurado (…) CIBanco está siendo condenado a muerte institucional por acusaciones tan carentes de especificidad”, argumenta.
CIBanco también advierte que las personas con cuentas en la institución enfrentan el riesgo de pérdidas por la “turbulencia” en la gestión de fondos de pensiones, de inversión y otros fideicomisos.