La relación entre Micah Parsons y los Dallas Cowboys atraviesa su punto más tenso desde que el jugador llegó a la NFL, debido a un conflicto en las negociaciones para una extensión de contrato que podría superar los 200 millones de dólares.

De acuerdo con reportes de medios estadounidenses como Fox Sports y Reuters, el linebacker estrella se encuentra molesto por la falta de avances y por la decisión de la directiva de negociar directamente con el propietario Jerry Jones, sin incluir a su agente, David Mulugheta, en las conversaciones. Tras ese desacuerdo, la franquicia habría decidido cortar comunicación con el representante, situación que Parsons no aceptaría.

El jugador, tres veces Pro Bowl, sí se ha presentado al campamento de entrenamiento, pero se ha abstenido de participar en actividades de campo, en una clara señal de presión hacia la gerencia. Mientras tanto, los Cowboys han priorizado renovaciones como las de Dak Prescott y CeeDee Lamb, dejando en pausa la situación de su principal referente defensivo.

Pese a la tensión, Jones aseguró que “Parsons no está ni estará en el mercado”, aunque fuentes cercanas al entorno del jugador no descartan que solicite su traspaso si la situación no se resuelve en el corto plazo.

Parsons, de 25 años, suma 40.5 capturas en tres temporadas y es considerado uno de los defensores más dominantes de la liga. Su continuidad en Dallas dependerá de si ambas partes logran reactivar el diálogo y alcanzar un acuerdo que reconozca su valor en el emparrillado.