La Corte Suprema de Estados Unidos autorizó al presidente Donald Trump avanzar con su plan para despedir a casi mil 400 empleados del Departamento de Educación, pese a la oposición de tribunales federales inferiores y de jueces liberales del alto tribunal. Con esta decisión, se reanuda el proceso para desmantelar parcialmente la dependencia, una de las principales promesas del mandatario.

La resolución suspende una orden del juez federal Myong Joun que había bloqueado los despidos por considerar que “probablemente paralizarán” al Departamento. En desacuerdo, las juezas Sonia Sotomayor, Ketanji Brown Jackson y Elena Kagan criticaron la decisión de la mayoría, acusando al Ejecutivo de actuar al margen de la ley.

La secretaria de Educación, Linda McMahon, celebró el fallo, asegurando que reafirma la autoridad presidencial para reorganizar agencias federales. Mientras tanto, empleados afectados permanecen en licencia con goce de sueldo desde marzo y diversas demandas legales continúan en curso. Grupos educativos y fiscales generales de 21 estados argumentan que el recorte impide al Departamento cumplir funciones esenciales como la educación especial, la distribución de apoyos financieros y la vigilancia de los derechos civiles.