El director general saliente del Banco de Pagos Internacionales (BIS), Agustín Carstens, advirtió que la economía global ha entrado en una nueva era de incertidumbre e imprevisibilidad, marcada por tensiones comerciales y decisiones políticas como los aranceles impulsados por el presidente Donald Trump. Al presentar el Informe Anual 2025 del organismo que agrupa a los bancos centrales, Carstens dijo que el «aterrizaje suave» de la economía mundial esperado tras la pandemia parece ahora «más esquivo» debido a las medidas proteccionistas de Estados Unidos.

El BIS alertó que los aranceles anunciados por el gobierno estadounidense en el segundo trimestre provocaron una fuerte reacción en los mercados financieros: desplome en las bolsas, incremento de la volatilidad y de los diferenciales crediticios, así como un inusual debilitamiento del dólar. Las previsiones globales de crecimiento para 2025 bajaron al 2.7%, con una revisión a la baja de un punto porcentual para Estados Unidos, México y Canadá, mientras que la inflación se mantiene incierta, especialmente en territorio estadounidense.

Carstens señaló que estas decisiones generan efectos globales difíciles de prever y pueden socavar la confianza en las instituciones económicas. El BIS recomienda a los bancos centrales mantener un equilibrio entre contener la inflación y sostener el empleo, sin caer en respuestas prematuras. El economista mexicano, quien dejará el cargo a finales de junio, cederá la dirección al español Pablo Hernández de Cos, exgobernador del Banco de España, en un contexto de creciente inestabilidad para el sistema financiero internacional.