Carlos Molina, presidente del comité ejecutivo estatal de Morena en Chiapas, ha rechazado las afirmaciones de que el estado esté enfrentando una situación de violencia, argumentando que se trata de una campaña política diseñada para desacreditar al gobierno encabezado por Rutilio Escandón Cadenas.


Las declaraciones de Molina han generado controversia, especialmente cuando diversas regiones de Chiapas enfrentan una grave crisis de violación a los derechos humanos, desplazamientos forzados e inseguridad debido a la presencia de células criminales.


En un comunicado ampliamente difundido en medios locales, Molina afirmó: «En Chiapas existe armonía, paz y tranquilidad, muestra de ello es la notable disminución de índices de violencia, que se reflejan en las estadísticas y se comprueban en los hechos».


Sin embargo, horas antes de esta declaración, miembros de la Organización Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) protestaron en Tuxtla Gutiérrez denunciando las afectaciones al campo y la falta de producción en granos transgénicos debido a la violencia vinculada al crimen organizado en el estado.
En San Cristóbal de las Casas, miles de indígenas se manifestaron por la inseguridad en la región altos, denunciando la imposibilidad de transitar por carreteras y vivir con tranquilidad en las comunidades.
Molina concluyó que la difusión de noticias relacionadas con la violencia en Chiapas es parte de una campaña de desprestigio contra los gobiernos estatal y federal. Hizo un llamado a la población chiapaneca a no dejarse llevar por lo que describió como una campaña politiquera y electorera destinada a desinformar a la sociedad.

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