
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, salió en defensa de sus hijos luego de los señalamientos sobre presuntas irregularidades en la venta de material para el Tren Maya durante el segundo debate presidencial. López Obrador afirmó que sus hijos «no son corruptos» y que, si existen pruebas en su contra, está dispuesto a enfrentarlas.
En sus declaraciones, el presidente rechazó la posibilidad de intervenir ante el fiscal general en caso de que se inicie una investigación contra sus hijos. Subrayó la importancia de presentar pruebas concretas y desestimó testimonios provenientes de lo que llamó «calumniadores» y «especialistas en montajes».
Asimismo, López Obrador reafirmó su compromiso en la lucha contra la corrupción y destacó la necesidad de mantener autoridad moral en el gobierno. Ante los cuestionamientos de la candidata opositora Xóchitl Gálvez durante el debate, López Obrador instó a la presentación de denuncias formales para llevar a cabo cualquier investigación.
Durante el debate, se abordó el tema de las grandes obras de infraestructura realizadas durante su gobierno, como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya. Gálvez desafió a la candidata de Morena, Claudia Sheinbaum, sobre la posibilidad de investigar los presuntos actos de corrupción relacionados con los hijos del presidente y otros funcionarios de su gobierno, recibiendo una respuesta evasiva por parte de Sheinbaum.
En respuesta a estos señalamientos, la candidata de la alianza PAN, PRI y PRD presentó un compromiso para investigar el costo y la calidad de obras como los aeropuertos, la refinería y el Tren Maya en caso de llegar a la presidencia.
Los señalamientos sobre la venta de material defectuoso para el Tren Maya por parte de amigos de los hijos de López Obrador han generado controversia desde marzo, cuando se reveló que dicho material no pasó las pruebas de calidad debido a sobornos al laboratorio encargado de realizarlas.