
El presidente Andrés Manuel López Obrador expresó su desacuerdo con el gobierno de Estados Unidos por emitir informes sobre la situación de los derechos humanos en México desde el Departamento de Estado. López Obrador calificó a esta acción como «caradura», señalando que Estados Unidos es uno de los principales vendedores de armas en el mundo, armas que causan pérdidas de vidas humanas.
En su conferencia matutina en Palacio Nacional, el mandatario mexicano instó al Departamento de Estado a revisar sus recomendaciones sobre derechos humanos, considerando que son violatorias de la soberanía de los pueblos y obsoletas. López Obrador cuestionó la autoridad de Estados Unidos para actuar como jueces en materia de derechos humanos, dado su papel en la venta de armas a nivel mundial.