
Compañías ferroviarias y grupos empresariales están presionando al gobierno de Estados Unidos para que reabra las rutas comerciales en la frontera entre Texas y México, después de que las autoridades cerraran dos cruces en respuesta al aumento del paso de migrantes en los últimos días.
La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos detuvo a unos 10 mil 800 migrantes en la frontera suroeste el lunes, según un informe interno de la agencia al que tuvo acceso Reuters. Alrededor del 40% eran familias o niños no acompañados.
El comisionado interino de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos, Troy Miller, dijo en un comunicado el martes que los cruces ilegales estaban presentando un serio desafío y que la agencia estaba usando todos los recursos disponibles para garantizar la seguridad de los agentes y los migrantes.
Grupos empresariales y operadores ferroviarios están instando a las autoridades a reabrir los puentes ferroviarios en Eagle Pass y El Paso, que las autoridades fronterizas estadounidenses cerraron el 18 de diciembre con el fin de redirigir al personal para procesar a los migrantes que cruzan la frontera.